Whashington, D.C..- Antony J. Blinken, Secretario de Estado, ha condenado enérgicamente la reciente decisión de los talibanes de suspender la educación médica para las mujeres. Esta directiva, la última de una serie de medidas que ponen en peligro los derechos y las vidas de las mujeres y las niñas afganas, constituye un ataque injustificable al acceso de las mujeres a la educación y la atención de la salud.
En agosto, los talibanes promulgaron los edictos de «Propagación de la virtud y prevención del vicio», una nueva ley que tiene como objetivo borrar a las mujeres y niñas afganas de la vida pública. Restricciones anteriores impedían a las mujeres buscar servicios de salud de proveedores masculinos y viajar sin un tutor masculino. Ahora, con la exclusión de las mujeres de la educación médica, se pone aún más en peligro la salud, el bienestar, la seguridad y las vidas no solo de las mujeres y niñas afganas, sino de todos los afganos.
Estados Unidos sigue firme en su apoyo a los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán y seguirá apoyando a todos los afganos en la defensa de su participación plena, igualitaria y significativa en todos los aspectos de la sociedad. La comunidad internacional debe estar unida e inequívoca a la hora de condenar estas acciones y apoyar al pueblo afgano, en particular a las mujeres y las niñas, cuyos derechos se están violando sistemáticamente. Hacemos un llamamiento a los talibanes para que deroguen esta directiva y todas las directivas anteriores que niegan a las mujeres el disfrute de sus derechos humanos y libertades fundamentales, incluido su derecho a la educación y su acceso a los servicios esenciales.