Por Carlos McCoy
En declaraciones a la prensa, el expresidente Danilo Medina Sánchez dijo, «Yo soy un demócrata a carta cabal. Yo le entregué la presidencia a Hipólito Mejía sin habérmela ganado. Perdí unas internas y no me fui de mi partido ni comencé a hablar mal de él. Por perder un proceso no se acaba una carrera política».
Verdad de a puño. Luego de esa pérdida, una delegación de Nueva York acudimos a la oficina del licenciado Danilo Medina en Santo Domingo y una de las preguntas fue, y ahora, ¿qué hacemos?, su respuesta no se hizo esperar, «trabajar con el compañero Leonel como si lo estuvieran haciendo para mí». Esa actitud dio sus frutos, cinco años más tarde, llegó a ser presidente de la República.
Eso es exactamente lo que sucederá el próximo 16 de octubre. Una vez terminado nuestro democrático evento, todos los dirigentes del PLD vamos a luchar monolíticamente unidos, en pos de la conquista del poder en el 2024. Solo tendremos ganadores. No habrá vencidos. Este será un paso más hacia adelante de una hermosa carrera política de cada uno de los seis participantes, porque, en estos menesteres, independientemente de los resultados, nada se pierde, todo se acumula.
El mundo no termina por la no consecución de una candidatura. La doctora Margarita Cedeño es un excelente ejemplo de esta aseveración. Dando muestras de lo que debe ser una líder de una organización política, en todos y cada uno de los escenarios donde ha participado. Aun teniendo los números a su favor, supo declinar en sus aspiraciones, moverse a un lado sin resabios y no poner obstáculos ni ser objeto de conflictos en momentos estelares de nuestro partido. Esto lo hizo en más de una ocasión.
Siempre mostró su gran tesón y firmeza actuando con sentido de hermandad en todas y cada una de esas situaciones. Lo ha hecho con coherencia, unidad y lealtad, manteniéndose en su asignado lugar en las filas moradas de la estrella amarilla, con espartana determinación, a seguir la lucha y esperar sin desesperarse su oportunidad.
Trabajando con entusiasmo y esmero en cada uno de los eslabones de la gran cadena gubernamental y partidaria donde le ha tocado laborar. Ha sabido moldear en el crisol de la lucha política un indiscutible liderazgo que constantemente, como el acero forjado, se templa más. Atendiendo las necesidades de los menos afortunados con la creación de los programas Progresando con Solidaridad, Fase I, Fase II, Quédate en Casa, Pa’ti. Hermosos y perfumados pétalos de una Margarita siempre solidaria y empática.
El próximo domingo, no puede quedarse un solo peledeista, en ninguna parte del mundo, sin levantar una copa con una fresca y refrescante Margarita y brindar, henchido de felicidad diciendo, ¡Salud dominicanos, estamos de regreso! En una firme posición de ganar, ganar.