Por Carlos McCoy
Vamos a comenzar explicándole a nuestros jóvenes lectores el porqué del título de este trabajo. Hace muchos años existía un artefacto muy popular que se llamaba «Anafe». Con la aparición de las estufas en las casas dominicanas, ese utensilio del hogar comenzó a desaparecer de las cocinas criollas. Hoy es casi inexistente.
El anafe servía para cocinar nuestros alimentos utilizando carbón vegetal. En el caso del cocimiento de la arepa, había que poner en una vasija, la harina de maíz con agua, leche de coco, azúcar y especias, principales ingredientes de este plato, ponerla sobre la lumbre y colocarle encima una tapa de metal llena de ardientes brasas. Pues para una buena cocción se necesitaba ponerle fuego abajo y arriba.
En esas condiciones están el presidente Joe Biden y los Estados Unidos de América, sino fuego arriba y abajo, por lo menos candela adentro y afuera.
La Suprema Corte de los Estados Unidos no le saca el guante de la cara al presidente. Y por el otro lado, la Reserva Federal, Banco Central de esta nación, aumentó la tasa de intereses en tres cuartos de punto porcentual, la más alta desde el 1994, encareciendo el costo del dinero, para tratar de disminuir la galopante inflación que se ha colocado a niveles récord.
Según analistas de JPMorgan Chase & Co., publicado por Bloomberg, si continúan apretando las sanciones a Rusia, a este país lo empujarían a recortar su producción de petróleo, lo cual no afectaría grandemente su economía, pero ese combustible podría llegar a los 380 dólares el barril.
Si la economía mundial está patas arribas con el precio del petróleo en $US120.00, se imaginan un aumento de hasta tres veces el costo actual. Recordemos que una de las soluciones planteadas por el presidente Biden fue viajar recientemente a Arabia Saudita para tratar de convencerlos de que aumentaran su producción.
En el panorama interno, las cosas no pintan nada bien para el tío Sam. El asalto al Congreso Americano el 6 de enero del 2021, algo inaudito en la historia americana, el cuál muchos lo han catalogado como un intento de golpe de estado, ha dividido esta nación a niveles muy peligrosos. A un punto tal que mentes calenturientas, aunque algunos la catalogan una locura, están hablando de llamar a un referendo para convertir a Texas y California en repúblicas independientes.
Para que tengan una idea de lo serio que puede ser esa «chifladura», vamos a darles varios datos. Si el llamado «Estado Dorado» y el Estado de la Estrella Solitaria se convirtieran en países independientes, serían las 5ta. Y 9na. Economías mundiales respectivamente. Ambas por arriba de Rusia, Brasil, Australia, España y México
Texas y California, segundo y tercer estado más grande de USA, juntos poseen sobre el 20% del PIB nacional, tienen una quinta parte de los habitantes de la Unión Americana y excluyendo a Alaska, el 14% del territorio. Esa es la dimensión de esta potencial excentricidad. Cuya lógica es, que ninguno de los dos necesita el resto de los Estados Unidos. Que vivirían mejor separados.
Insistimos, es hora de que el presidente Joe Biden le ponga más atención a su cartón y deje de estar mirando el de los lejanos vecinos, pues se le pueden pasar los bolos y sea otro quien le cante ¡Bingo!
CarlosMcCoyGuzman@gmail.com