SANTIAGO.- La Dirección Regional Cibao Central de la Policía Nacional puso bajo el control de la Fiscalía de Medio Ambiente la cantidad de 1,901 cajones de bocinas, que fueron ocupada a sus propietarios por causar ruidos nocivos y contaminación sónica, en esta ciudad de Santiago, así como 29 vehículos que tenían instalados esos aparatos sonoros.
La información la suministró el vocero de la policía en Santiago, coronel Juan Guzmán Badia, durante una conferencia de prensa realizada la mañana de este jueves en el departamento de Anti ruido de la Dirección Cibao Central.
Las bocinas enviadas al Ministerio Público, fueron recibidas por la licenciada Marlene Rodríguez Rodríguez, procuradora fiscal de la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente del Distrito Judicial de Santiago, quien a entregado la cantidad de 667 cajones de bocinas y 26 vehículos a los propietarios, después de haber cumplido con el proceso que establece la ley.
La incautación de las 1, 901 cajones de bocinas fue producto de las intervenciones realizadas desde el mes de Noviembre a dueños de vehículos ,centros de diversión y colmadones por infracción a la Ley 64-00 sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales; la Ley 287-04 sobre Prevención, Supresión y Limitación de Ruidos Nocivos, así como la Ley general de salud 42-01.
Una gran parte de estas bocinas fueron ocupadas, en el horario del toque de queda, establecido mediante el decreto 319-21 de la ley 740-20.
Dichos operativos fueron realizados por los comandantes policiales de los diferentes departamento y la unidad de Anti ruidos de Policía en Santiago, en coordinación con el Sistema Nacional de Emergencias y Seguridad 9-1-1, cumpliendo con el deber de mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y garantizar la convivencia pacífica, en estos tiempos de pandemia.
La Policía Nacional reitera que estas acciones son parte del programa que viene desarrollando para prevenir y defender la integridad física de cada ciudadano ante la alteración social y ambiental en los barrios y sectores de Santiago por la contaminación sónica.