Por Luís Céspedes Peña
Aún con los «nubladones», que se deriva de nublado, creados por las Declaraciones Juradas de Bienes de los funcionarios del actual gobierno, que exhibieron a decenas de ocultos oligarcas, que a decir verdad, no pensábamos que la República Dominicana tenía tantos, sino que creíamos que el poder económico era más de burgueses grandes, medianos y pequeños, el país, por ahora, parece que está bien dirigido en la persona del Presidente Luis Abinader.
La decisión del jefe de Estado de suspender a un grupo de funcionarios que no hizo sus Declaraciones Juradas de Bienes, da a entender que el gobernante está preparando su buena salida del poder o tratar de retenerlo apoyado por buenas actuaciones públicas. Y es que cada funcionario es responsable de sus actuaciones en la administración pública.
Ya los funcionarios del Estado, sin importar el color del partido, saben que cuando salgan del poder tienen un pie en la libertad y otro en la cárcel. Ahora se investiga a ex funcionarios de los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y mañana serán otros, quizás del hoy gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Por suerte para el país, los Presidentes, a partir de 1966, sin excepción, se cuidaron y se siguen cuidando en su manejo personal. La postura de Abinader, como representante del PRM, según observamos, es la de no comprometerse por ningún funcionario, por lo que cada uno de ellos estará en la mira del ejecutivo. ¡Y también de la mayoría del pueblo!
También estará en observación la Reforma Fiscal, la cual busca favorecer a sectores poderosamente económicos, no a los pobres.
Ese plan está dirigido a perjudicar al propio PRM que tendrá que pagar el costo político. No sólo el PRM como organización gobernante, sino las posibles futuras aspiraciones del Presidente Abinader. La reelección del Presidente, si éste aspira o decide postergar sus aspiraciones para un mandato intermedio, dependerá de cómo concluya su gobierno, bien o mal valorado.
Pero no hay forma de que termine bien valorado, con alzas en los precios de todos los productos como consecuencia de una promocionada Reforma Fiscal. Sólo porque se piensa que habrá Reforma Fiscal, los precios ya se dispararon en los costos de los solares, los alimentos, materiales para la construcción, apartamentos y otras áreas.
¡No es verdad que van a bajar con la Reforma! El Presidente Abinader, que sabe cuáles serán los resultados de ese Proyecto, debe comenzar a «bailar sus boleritos» hasta lograr vencer por cansancio, como hacen los más veteranos boxeadores. ¡Era lo que hacía el Presidente Joaquín Balaguer!
Es importante advertir a los funcionarios del Estado, que las convocatorias para Concursos Públicos deben hacerse con una anticipación de un mes antes mínimo, para que los interesados se puedan preparar, sea para empleos, compras y contrataciones. Hacerlo en por lo menos diez medios de comunicaciones, aunque los espacios sean pequeños, porque uno no es suficiente. ¡Hacerlo en tres días crea sospecha de favoritismo!
El Presidente Abinader debe controlar, por su bien, cualquier tipo de donación o contrato que involucre millones de pesos, como ocurrió con los 100 regalados al sector artístico. Él es el jefe de Estado de un partido político donde hay muchas personas honestas, pero también muchos «guaraguaos, observando desde las alturas para tirarse encima de otros animales, con los cuales llenan sus estómagos»
Los errores de la administración pública, por honesto que sea el Presidente de la República, finalmente son pagados por éste, no necesariamente en la cárcel, sino en la pérdida de parte de su liderazgo.
¡Gracias por leernos!