SANTIAGO.- El sacerdote Carlos Santana, quien forma parte de una comisión creada por el alcalde Abel Martínez para la elaboración del listado beneficiarios de los módulos del mercado de Pekín, denunció que él y demás miembros de la comisión fueron ofendidos y desconsiderados por el ejecutado municipal.
«El alcalde ha dicho que nosotros somos un grupo de vándalos del PRM que tenemos botellas en el gobierno y que queremos justificar las botellas», afirmó el administrador de la parroquia Santa Monica Nuestra Señora del Sagrado Corazón.
El religioso le aclaró al también candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, para las elecciones del año 2044, que ellos no tienen ningún tipo de vínculo con el Partido Revolucionario Moderno.
«Queremos una excusa pública del alcalde de Santiago porque nosotros no somos vándalos, ni militantes del PRM, ni tenemos botellas en el gobierno», precisó el sacerdote Santana.
El religioso dijo que también forman parte de la comisión el padre Valentín Torres y las comunitarias Angelita Villamán y Griselis Martínez, quienes entregaron el levantamiento completo al alcalde en el mes de enero y sin embargo aún no han recibido respuesta.
Manifestó que los comisionados para la elaboración del listado de beneficiarios del mercado de Pekín, en la zona sur, han recibido las atribuciones que les hace Martinez de mal gusto por tratarse de personas dedicadas al trabajo, a la labor sacerdotal y a la lucha comunitaria a favor del bien.
Recordó que la inauguración de la obra, iniciada por la gestión de Gilberto Serulle y terminada por las presentes autoridades, fue realizada el 20 de noviembre del 2022 y hasta la fecha los comerciantes no han recibido los espacios de trabajo.
Indicó que ante la demora del licenciado Martínez para entregar la infraestructura, los comerciantes y comunitarios decidieron reanudar su plan de lucha, el cual incluye vigilias, encendido de velas y otras acciones.
Pidió al alcalde Abel Martínez documentarse bien antes de emitir cualquier tipo de juicio en relación al tema, y no tratar de politizar un problema social que perjudica a miles de personas de manera directa e indirecta