Por Hipòlito Vega
New York, EE.UU.-Silvia Pinal, nacida el 12 de septiembre de 1931 en la ciudad de Guaymas, Sonora, fue una de las figuras más emblemáticas de la cultura mexicana, cuyas huellas permanecen imborrables tanto en la pantalla grande como en la política del país. Con una carrera que abarcó más de seis décadas, Pinal se consolidó como una de las grandes divas del cine de oro mexicano, siendo una de las actrices más queridas y admiradas de su generación.
Su amor por el arte comenzó desde muy joven. Estudió en la Escuela de Arte Dramático y se dio a conocer como actriz en el teatro, pero fue su incursión en el cine la que la catapultó a la fama. A lo largo de los años, Pinal trabajó en más de 80 películas, siendo parte fundamental del auge del cine mexicano en los años 50 y 60. Su talento y presencia en pantalla la llevaron a protagonizar cintas de gran éxito como Viridiana (1961) de Luis Buñuel, que ganó la Palma de Oro en Cannes y se convirtió en un hito en la historia del cine mundial.
Su carrera fue tan variada como exitosa, interpretando desde papeles dramáticos hasta roles en comedias y melodramas. En la década de los 70, Pinal continuó consolidándose como una actriz de gran renombre en el cine y la televisión, y fue una de las grandes estrellas del cine de la «explotación», participando en películas de culto que exploraban géneros como el horror y el misterio.
Sin embargo, la faceta de Silvia Pinal como política no es menos importante en su vida. A lo largo de su carrera, Pinal también se destacó por su interés en la política y en temas sociales. Fue electa diputada federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en los años 80, llevando su pasión por los derechos de las mujeres y el bienestar social al ámbito legislativo. Su trabajo en la política le permitió defender una serie de proyectos de ley que impulsaron el bienestar de los más necesitados.
A lo largo de su vida, Pinal también fue madre de cuatro hijos, siendo una figura muy querida en la vida de su familia y en la sociedad mexicana. Su legado trascendió su faceta de actriz y política, dejando una huella indeleble en el corazón de miles de mexicanos.
Silvia Pinal falleció el 29 de noviembre de 2024, pero su legado vive en cada uno de los proyectos que realizó, en cada una de las generaciones que la admiraron y en la historia del cine mexicano. Su vida fue un reflejo de su pasión por el arte, su dedicación a la cultura y su amor por México.
