En el Día Mundial del Folklore, Dirección de Cultura exalta la fuerza de las tradiciones dominicanas

NUEVA YORK. – Cada 22 de agosto el mundo celebra el Día Mundial del Folklore, instaurado por la UNESCO en 1960, en recuerdo al arqueólogo británico William John Thoms, quien en 1846 utilizó por primera vez el término para referirse a los saberes, costumbres y expresiones tradicionales de los pueblos.

La Dirección de Cultura Dominicana en el Exterior, que dirige Rey Andújar, resaltó la importancia de esta fecha, al destacar que el folklore es “la expresión viva de los pueblos, un puente entre la memoria colectiva y las nuevas generaciones, y un recurso para la integración social y el desarrollo cultural”.

El folklore abarca danzas, cantos, relatos orales, gastronomía, religiosidad popular y artesanías. Estas expresiones, transmitidas de generación en generación, representan una herencia de resistencia cultural y orgullo identitario.

En un comunicado, la Dirección de Cultura señaló que “enarbolar la bandera del folklore significa reafirmar políticas culturales que fomenten la investigación, preservación y difusión de nuestras tradiciones, tanto en el territorio nacional como en la diáspora”.

Folklore dominicano: identidad y proyección internacional
La UNESCO instituyó este día como un reconocimiento universal a la riqueza de la cultura popular, recordando que el folklore no es un concepto estático, sino una tradición en constante transformación, capaz de integrar nuevos elementos sin perder su esencia.

En la República Dominicana, además de esta efeméride mundial, también se celebra el Día Nacional del Folklore cada 10 de febrero, establecido mediante el Decreto 173-01 en el año 2001. Ambas conmemoraciones refuerzan el peso de las tradiciones en la construcción de la dominicanidad.

El folklore dominicano se expresa en los ritmos del merengue y la bachata, en las fiestas patronales, los palos, las cofradías religiosas y los saberes transmitidos de forma oral. Cada manifestación es una ventana a la memoria cultural del país y, al mismo tiempo, un aporte a la diversidad cultural mundial.

La diáspora como guardiana de la identidad
Para la diáspora dominicana en ciudades como Nueva York, Madrid o Miami, el folklore se convierte en un vínculo con la tierra natal y en una vía para transmitir valores e identidad a las nuevas generaciones nacidas en el extranjero.

En ese sentido, la Dirección de Cultura Dominicana en el Exterior desarrolla programas de divulgación y promoción cultural que permiten a las comunidades migrantes mantener un contacto cercano con sus raíces, fortaleciendo así la identidad dominicana en entornos multiculturales.

Rey Andújar puntualizó que el folklore no debe entenderse como un recuerdo del pasado, sino como una fuerza viva que se renueva constantemente. “Cada generación lo hace suyo, aportando nuevas formas de expresión que enriquecen nuestra cultura y la proyectan al mundo”, afirmó.

En este Día Mundial del Folklore, la República Dominicana y su diáspora se unen al reconocimiento internacional de las tradiciones populares como patrimonio de la humanidad, reafirmando su compromiso con la memoria, la creatividad y el orgullo de un pueblo que canta, baila y celebra sus raíces.

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